¿LEGALIZARÍA LA EUTANASIA?
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15 Comments:
El gobierno no puede soportar que una persona muera. Así lo ha dicho el ministro Rubalcaba con el caso de Juana chaos. ME parecería una falta total de ética permitir la eutanasia a esta mujer para que pueda morir por decisión suya y aplicar el segundo grado a ese terrorista para que no muera cuando es él el que se está autolesionando. ¿Alguien hace una apuesta conmigo? Seguro que cambia la legislación y lo permite, porque a este gobierno le preocupan más los divorcios rápidos, los homosexuales (con los que no tengo nada en contra), los terroristas y echar las culpas al PP, que gobernar y decidir sobre temas que nos preocupan a la sociedad.
Señor t, creo que mezclas churras con medinas, lo cual como bien te habrán dicho muchas veces en la escuela es algo que no te llevará nunca por buen camino.
Ciñéndome al tema de la pregunta, comentar que cuando la vida deja de disfrutarse y se convierte en un sufrimiento constante, es duro, pero es mejor darla por concluída, máxime si uno sólo continúa vivo gracias a una máquina.
Compañeros, es un tema extremadamente delicado como para frivolizar. Sólo digo que ojalá llegue el día en el que, gracias a los avances de la ciencia y la medicina, este debate sea tema del pasado. La solución posiblemente esté en las células madre.
Tengamos esperanza.
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Naturalmente que si.Que haya controles y cautelas pero a nadie se le puede obligar a seguir viviendo si no quiere .
obviando consideraciones políticas que no vienen a cuento, sin duda, es el derecho de la persona a elegir su destino, hay que evitar sufrimientos innecesarios en situaciones irreversibles.
Señor Keynes, no así lo considero yo. El poder ejecutivo y legislativo recae sobre nuestros políticos y por eso esta decisión como otras muchas les atañe. No es posible utilizar unos argumentos para una cosa, y otros totalmente contrarios e incompatibles con otra decisión.
La persona ha de ser libre para vivir y para morir.
Si su fe no le frena su ansia de morir por el sufrimieto de ella misma y por el que causa a los demás ha de hacerse su voluntad.
Lo que no se debe es matar a quien quiere vivir.
Creo que a falta de un verdadero debate en profundidad, resulta adecuado el marco actual en que la persona puede decidir que se le retire la ayuda que está recibiendo y que le mantienen vivo. Para esto, serán muy importantes en el futuro los testamentos vitales.
Otra cosa es provocar la muerte con un elemento externo, y que plantea muchas dudas morales.
Es un tema sin duda complicado. La verdad es que es curioso que los que estamos contra la pena de muerte, o contra el aborto, podamos defender la eutanasia, pero como todos los asuntos humanos requiere un análisis por diferentes grados ¿Legalizaríamos el suicidio? Evidentemente no, aunque una persona tenga el derecho a elegir lo que hace con su vida, como dice Harto, consideramos que los suicidas padecen una enfermedad y por eso no se les debe dejar morir, sino que hay que curarlos. Alguien dirá, ya pero los enfermos terminales se van a morir ¿acaso tú y yo no?
A mi como liberal y defensor del derecho a la vida, pero también defensor de la libertad de elección, este asunto me lleva a hacerme las siguientes preguntas ¿un enfermo terminal está en condiciones de elegir? ¿Una persona con una parálisis severa, al igual que un feto, está en condiciones de elegir? ¿Si defendemos la vida sobre todas las cosas, podemos dejar a la gente que se vaya?
¿Si les dejamos morir es porque no les consideramos personas en ese momento?
Si algo me gusto de "Mar Adentro" es que San Pedro era una gran persona, y que ayudaba a muchas personas a ser felices. La vida no consiste en ser perfecto, guapo o popular, sino en saber ir adaptándote a las dificultades con nuestras limitaciones.
Tras esta reflexión lo único que se me ocurre es que el individuo, el que vive y sufre tiene la última palabra, nosotros sólo debemos recordarle lo importante que es para que continúe, pero él debe elegir, por lo que debe haber una legislación razonable, que conjugue el respeto a la vida, con la libertad de elección.
Difícil dilema.
La eutanasia, si se regula y restringe, es un acto de humanidad: se trata de paliar el sufrimiento y la tortura a quienes saben que van a morir; que ya no pueden vivir con dignidad y que hasta su fallecimiento todo van a ser dramas, problemas y padecimientos. Todo el mundo lo aceptaría si tuviera claro que sólo en estos casos se aceptaría; pero la Iglesia lo presenta como si se quisiera matar a un joven sano, y claro, no se atreven a legislarlo. Pero llegará.
La resistencia, y no la rendición, es lo que siempre ha caracterizado al héroe. En cambio, el movimiento a favor de la eutanasia necesita presentar como héroes a quienes, aquejados de un dolencia sin curación, quieren arrojar la toalla en el ring de la vida. Son mostrados como casos ejemplares, precursores de otros muchos que podrían "morir con dignidad" si se despenalizara la eutanasia y se reconociera el suicidio asistido.
Cuando en 1998 se suicidó Ramón Sampedro –el tetrapléjico que durante años fue el caso emblemático del movimiento pro eutanasia- las asociaciones de Lesionados Medulares y Grandes Minusválidos publicaron un comunicado en el que manifestaban su respeto por las convicciones de Sampedro, pero aclaraban que "la gran mayoría de los discapacitados no sólo no las comparten, sino que muestran una actitud totalmente contraria a su pensamiento". La actitud de estos es "a favor de la vida y de la normalización socio-familiar de nuestro colectivo".
Frente a los que habían hecho una bandera de las ideas de Sampedro sobre la muerte digna, el comunicado afirmaba que "son únicamente opiniones muy particulares que no reflejan en absoluto las percepciones, sentimientos, intenciones e incluso objetivos que tiene globalmente nuestro colectivo".
¿Cuántos enfermos hay en España que tengan la misma enfermedad que la granadina? ¿Y en Europa?...¿Cuántos de esos enfermos quieren morir? Hay que pensar un poco, que eso es lo propio del hombre. No dejarse llevar por sentimientos lastimeros...
Séneca el sevillano
La verdad es que mi amigo Séneca el sevillano, tiene cosas propias de Séneca el cordobés.
Esto me recuerda una frase del famoso filósofo: "cuando un marinero no sabe su destino, todos los vientos le son contrarios".
En tiempos de los romanos, un marinero tenía que navegar con vela a merced de los vientos. Ahora hay muchos "navegantes" sin rumbo,no saben a dónde van, ni qué sentido le dan a su vida. Por eso, están llevados por el viento que con más fuerza soplan. Así es más fácil navegar, pero ¿es la forma más segura?
La vida es una senda que vivimos de diferentes maneras. Cada ser está marcado y condicionado por sus circunstancias. Llegado el momento de la decisión final, lo único que hay que asegurar es que se han puesto todos los medios, psicológicos y fisicos, para que la persona que decide terminar con su vida, lo haga consciente y libremente. Asegurarse de que no se llega a esa decisión por falta de asistencia, soledad, incluso por evitar problemas a sus seres queridos. Llegado a ese punto de absoluta seguridad, reconocer que la dignidad en la muerte no es nada más que una consecuencia de la dignidad en vida y por tanto un derecho inalienable de cualquier ser humano que no siente estar viviendo la suya con este derecho.
Suscribo lo dicho por Iplacea, así como Luis Robledo. Han plasmado mi opinión.
Estableciendo las cautelas oportunas, creo que nadie puede ser obligado a vivir sufriendo, cuando no hay tratamiento médico.
Por supuesto que hay que legalizarla. Con las medidas pertinentes, por supuesto, como todo aquello que se legisla. Cuando tenemos un animal que está gravemente enfermo (un perro, un gato, un caballo...) sabemos que hay que ponerle la última inyección para que no sufra. Así las cosas, ¿por qué no existe la posibilidad de hacer lo mismo para evitar el sufrimiento de aquellos a quienes queremos?
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