¿ECHA EN FALTA LIBRERÍAS EN ALCALÁ?
Alcalá acaba de acoger el Congreso Nacional de Libreros con una paradoja: es capaz de reunir a los especialistas del sector en tpda España pero apenas tiene librería que merezcan esa designación. En la ciudad de Nebrija y de la Gramática; de Cervantes y del Siglo de Oro; de los 20.000 universitaros y el título de Patrimonio de la Humanidad, sólo hay una librería, 'Diógenes', en todo el Casco Histórico. ¿A qué achaca esta situación? ¿Es un problema local o refleja un panorama global? ¿Se lee poco pese a que se edita mucho o se compra fuera por la falta de una oferta mayor?
posted by DIARIO DE ALCALA @ 10:23
14 Comments:
Personalmente sí. Creo que no tenemos demasiadas librerías, y las pocas que tenemos, salvo un par de honrosas excepciones, son para comprar best sellers, lecturas obligatorias en los colegios e institutos y poco más. De todas maneras no creo que la ciudad las demande en exceso, ni los universitarios que en su mayoría son de Madrid y compran los libros en Madrid, ni los ciudadanos en general, la poca gente que demanda más de lo que ofrece la ciudad acude a Madrid y a sus muchas y especializadas librerías, Marcial Pons, Casa del Libro, Fuentetaja, etc. En Alcalá se salva Diógenes, que se esfuerza e incluso ha ampliado, y poco más. Estamos a años luz de ciudades universitarias, por ejemplo Salamanca, en las que hay gran cantidad de excelentes librerías, principalmente por el tipo de universitarios que albergan estas ciudades, universitarios que viven allí (por lo menos de lunes a viernes), muy distintos del modelo que viene a Alcalá, da clase, y se vuelve a Madrid.
Una puntualización al Diario de Alcalá, no se lo tomen a mal, pueden rectificar la pregunta y borrar mi comentario si quieren, en el casco histórico hay más librerías, como mínimo la Librería Cervantes (frente a Diógenes) y en la Calle Mayor una librería-papelería llamada Mayor, en el número 92
En esto último estoy de acuerdo con Harto, conozco personalmente la librería Cervantes frente a Diógenes, que además ha hecho una apuesta por dejar de vender revistas y periódicos para dedicarse sólo al negocio de la librería tradicional.
Para mi fue trágico que cerrara Iplacea, en el callejón de al lado del ayuntamiento, que se dedicaba a libros de humanidades y que pese a su cercanía a la facultad de Filosofía y Letras no resistió el tirón. Haría falta un fnac en el centro, una franquicia que se quiera mantener en Alcalá por prestigio aunque registre pérdidas.
NOTA: La inclusión de nombres de empresas y liberarías la hago porque en la introducción se menciona a Diógenes. Un saludo.
Echo en falta librerías -de las que decís, por favor, sólo merece ese nombre Diógenes-, y pubs buenos, y pescaderías, y vinotecas, y tiendas de discos y... ¿sigo? El comercio en Alcalá tiene mucho mucho mucho que mejorar. Con estas cosas se da uno cuenta del poquito peso de la Universidad: 20.000 supuestos universitarios y una librería, teatros a veces semivacíos, etc.
No hacen falta mas librerias, hay que potenciar la lectura en casa y que conciliar la vida laboral, familiar y cultural con dotación en las bibliotecas
Echo en falta librerias, pero tambien echo en falta lectores, y campañas de fomento de la lectura. (la lectura del quijote el dia del libro no vale)
El otro dia se llevaron un ciclista atropellado por un coche en Juan de Austria. En la mayoria de las calles no se cumplen los límites de velocidad incluso aunque pongan badenes o bandas sonoras, calles muchas de ellas llenas de colegios. Fui testigo de como un Todo terreno enorme estuvo a punto de llevarse por delante un monton de ciclistas al final de la ¿pista? ciclista que lleva al alcampo, y encima se lió a claxonazos por invadir la calzada (no hay acera). Propongo un debate sobre seguridad vial en Alcalá. Me parece que estamos suspendidos. Y hablamos de víctimas del terrorismo, pero no hay que olvidad las víctimas de accidentes viales.
sobre lo de las bibliotecas discrepo, yo voy a una biblioteca en la C/ Portilla que tiene muchísimos libros, y sé que hay varias más en la ciudad
Sí que hay pocas libreras que se dediquen en exclusiva a este campo. Ahora bien, también hay que contar, por ejemplo, con los centros comerciales, donde también es posible encontrar libros. A pesar de todo, de que no haya mucha oferta, tenemos que tener en cuenta otra cuestión: lo que hace falta es fomentar la lectura. Es un desastre que cada vez se lea menos y, ciertamente, todas las estadísticas así lo indican.
Hace falta muchas más librerias especializadas y de calidad, en que el librero te recomiende, te ayude y te aconseje. Eso es lo que debe aportar el pequeño comercio, y lo que le diferenciará de comprar los libros en una gran superficie. Eso será la base de unos lectores más formados y más interesados.
"Falla", "Signo", "Babel", "Iplacea", "Cisneros", "Mayor 86", "Angelines"... son librerías que sucumbieron. ¿Razones? Buscarlas en vuestros propios hábitos de lectura
La gran paradoja de este país o el mayor absurdo de nuestra sociedad nacional es que somos la nación de Europa que más títulos publica y la de menor índice de lectura. ¿Como se digiere tamaña aberración?
Efectivamente hemos visto cerrar librerías, pero, para qué su supervivencia si la literatura no interesa a nadie. ¿Acaso le habla su vecino en el ascensor de la última novela que ha leído? Los libros se consumen en las grandes superficies como un vino de marca, porque está bien visto. El consumista se dirige al montón más abultado, por eso las casas que se precien tienen en sus estanterías "la sombra del viento" y "La catedral del mar" junto a todo la obra de Pérez Reverte. Ni siquiera para leerlas, sino porque supone un signo más de esta sociedad del confort. Los pequeños libreros están en grave peligro de extinción porqué, ¿quién escucha sus consejos cuando por ejemplo recomiendan la "Suite francesa"? Y quien compra un libro en esta ciudad si cómo alguien escribía hace poco en el "Diario" no lleva la palabra Alcalá inscrita en su lomo.
Estos tampoco los leen pero forma parte del fetichismo local y de la competitividad del coleccionismo.
Anónimo, búscalas en tus hábitos, so arrogante, vaya manera de dar por hecho que los del resto son horrorosos o nulos. Con respecto a la las librerías, es verdad que lo que hay que atacar es la promoción de la lectura, y eso ese hace en las casas y en los colegios. Pero si a un niño de diez años le metes 'El libro del buen amor' o un tocho de Pérez Galdós, le va a coger tirria a la lectura y eso se va a agravar por la cantidad de alternativas tecnológicas que tiene a su alcance. Si leer es un placer y a todo el mundo le gusta disfrutar, eso debe inculcarse de forma placentera. Y me temo que entre que los padres no tienen tiempo y los profesores no saben -¿porque no leen tampoco?-, vamos de cráneo. Casi hasta me alegra que al menos se lean castañas pseudohistóricas, sean de Ken Follet o de cualquiera de los petardos que escriben de Alcalá para sí mismos con nulas gracia y calidad.
Placer: ¿Como me tildas de arrogante y luego me das la razón: "Si leer es un placer y a todo el mundo le gusta disfrutar, eso debe inculcarse de forma placentera. Y me temo que entre que los padres no tienen tiempo y los profesores no saben -¿porque no leen tampoco?-, vamos de cráneo." El entrecomillado son palabras tuyas. No me taches de arrogante cuando solo denuncio que se han perdido los hábitos de lectura.
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